Conseguí ser valiente y le dije que no, pero literalmente me acalló.
__O haces lo que decimos o se acabó.
Y se acabó al final.
Estas palabras nos acercan a la historia de Luna. Una de las cuatro historias que la directora, Belén Santos, ha recogido en «NO, NO QUIERO», película documental producida por Vértigo Films, que desde el 24 de noviembre de 2023 podemos encontrar en nuestras pantallas.
La película nos acerca a la realidad de los matrimonios forzados en España, a través de la experiencia de cuatro mujeres. Sus historias son diferentes pero iguales. Tres historias empiezan en España, una fuera, pero todas ellas nos hablan de una doble dimensión entre el derecho a elegir y la imposición de la tradición.
«No es ni una cuestión de religión, porque ninguna religión obliga a nadie a casarse. Ni es una cuestión yo diría cultural, sino más bien tradicional. Tradiciones que vulneran derechos y que hay que eliminar», comenta Belén Santos en la entrevista en 68 Seminici.
Aya, María, Luna y Amy aceptaron contar su relato para ayudar a otras mujeres y niñas. Ellas fueron capaces de rebelarse a la imposición de ser casadas, enfrentándose a sus familias, teniendo que romper con su entorno y empezando solas una nueva vida, sin apoyos. Ellas pudieron decir que no, pero saben lo difícil que es hacerlo sin contar con nada ni nadie. Por ello, Belén Santos también se dirige a las instituciones con su obra, haciendo un llamamiento para que actúen.
Con la aprobación de la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual, y el reconocimiento de los matrimonios forzados como violencia sexual se ha abierto un marco normativo de reconocimiento de derechos para las mujeres y niñas que sufren esta violencia en España.
Aunque se trata de un gran avance, desde la Red de trabajo sobre los matrimonios forzados en España, formada por diferentes profesionales, activistas y personas expertas, que comenzaron a trabajar en 2019, se sigue reivindicando que se garanticen recursos adecuados y suficientes en todo el territorio nacional, que puedan proporcionar una respuesta adecuada y que aseguren un plan de acompañamiento real y seguimiento a medio y largo plazo. Se continúa incidiendo porque la ley no ha logrado garantizar estas necesidades a día de hoy.
«Ellas no tenían referentes. Cuando a ellas les sucedió esto, pensaban que eran el único caso. No conocían a nadie más. Y entonces, ellas quieren ser referentes para otras chicas que les pueda suceder algo así», subraya la directora en esta misma entrevista.
«NO, NO QUIERO» es algo más que un documental. Es el altavoz de cuatro jóvenes que quieren dar a conocer su realidad para visibilizar esta problemática, pero, sobre todo, para que otras mujeres y niñas que puedan encontrarse en una situación parecida sepan que no están solas y que ellas también pueden decir no, no quiero a los matrimonios forzados.